Las prótesis hechas en impresoras 3D no son un asunto nuevo, en realidad, esta tecnología se ha estudiado desde hace varios años, sin embargo, el gran interés actual es aprovecharla para reducir los costos de los servicios de salud y ofrecer una mejor calidad de vida a las personas con bajos recursos económicos.
¿Cuáles son las ventajas de las prótesis hechas en impresoras 3D?
De acuerdo con los científicos y médicos, la fabricación de prótesis es uno de los proyectos más rentables al futuro por diversos motivos, entre los cuales destacamos:
Las prótesis hechas con impresoras son más económicas
Prótesis plástica ortopédica negra impresa en la impresora 3D
En Estados Unidos, las prótesis para cualquier extremidad pueden resultar muy costosas, de hecho, dependiendo del tamaño, su precio puede oscilar entre $ 5000 y $ 50,000, lo que se ha convertido en un problema para aquellas personas que requieren una intervención de este tipo.
Además, en algunas ocasiones es difícil conseguir una talla de prótesis que se adapte a la anatomía del paciente y le resulte, en la medida de lo posible, cómoda para su vida cotidiana. Esto implica que el proceso de fabricación para la pieza en cuestión pueda demorar varias semanas o inclusive, meses.
Como ejemplo, una prótesis de brazo puede requerir hasta 2kg de filamento especial para impresora, lo que tendría un costo aproximado de 50$, sumando los demás elementos y la mano de obra, podría situar su precio en el mercado en aproximadamente 200$, lo que sigue siendo mucho más económico.
La fabricación aditiva es muy rápida
En comparación con los métodos de fabricación tradicionales, el uso de la impresora 3D es mucho más rápido, de hecho, la prótesis de una mano para un adulto, puede demorar hasta unas 20 horas y si el montaje de la pieza, toma cerca de 5 horas, el paciente tendrá su prótesis en más o menos, un día.
Materiales resistentes, seguros y duraderos
Para asombro de muchos, los plásticos usados en la impresión aditiva son muy resistentes, por ejemplo, el polyethylene terephthalate (PETG), puede soportar temperaturas muy elevadas sin deformarse o perder calidad. Este material es muy económico y resistente, por lo que es bastante seguro si se utiliza para prótesis de las extremidades inferiores, como las piernas o los pies.
Posibilidad de personalización
Las prótesis hechas en impresoras 3D pueden personalizarse muy fácilmente para complacer a los más pequeños, por ejemplo, convirtiendo su prótesis en el brazo de ironman o cualquier superhéroe que admire.
Estos cambios estéticos y subjetivos en el paciente, pueden ayudarle a aceptar con más agrado este cambio en su vida, facilitando al mismo tiempo, el trabajo de sus padres y cuidadores.
Ejemplo de un proyecto real
Actualmente hay distintos proyectos que han sido probados en la vida real y consisten en prótesis de todo tipo, tanto para niños, como para adultos y personas de la tercera edad. A continuación, encontrarás información sobre un proyecto real que tiene más de una década en curso:
e-NABLE
Nació en el año 2011, cuando Iván Owen, un artista de efectos especiales diseñó la primera mano biónica utilizando la impresión aditiva. Además de su talento, dedicación y estudio, Owen fue elogiado debido a su altruista iniciativa.
En lugar de patentar su diseño, para recibir una retribución monetaria por su invento, Iván lo obsequió al mundo bajo una licencia de código abierto y al hacerlo, invitó a los interesados a formar parte de una comunidad de voluntarios de e-NABLE, para ayudar a las personas que lo necesitasen.
Se espera que un futuro, las prótesis hechas en impresoras 3D se conviertan en la primera solución para las personas que necesitan un reemplazo ortopédico. Se trata de un avance tecnológico y social en el mundo de la medicina, y podría ser muy valorado debido a su capacidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes.